La odontología preventiva se aplica en distintas situaciones que van más allá de la prevención de afecciones dentales, como en evitar el progreso de una enfermedad.
Esta se divide en tres niveles de prevención:
- Primario: Se basa en reducir la probabilidad o el riesgo de aparición de enfermedades y afecciones bucales.
- Secundario: Se ejecuta cuando la prevención primaria falla. Consiste en aplicar un tratamiento odontológico para detener el avance de la enfermedad y así mantenerla controlada. También se encarga de reparar los tejidos dañados.
- Terciario: Se aplica cuando los niveles de prevención anteriores no han sido aplicados o fracasaron. En estos casos la enfermedad ya está avanzada y lo que hace la odontología preventiva es limitar la lesión para evitar consecuencias mayores causadas por dicha afección. Sustituyen los tejidos dañados para regresarle la funcionalidad a la boca.
¿Cuándo empieza la odontología preventiva?
La odontología preventiva empieza desde antes que le comiencen a salir los dientes a los bebés. Deben recibir atención por parte de un experto en odontopediatría. Estos verifican si la cavidad bucal se ha desarrollado de manera correcta, indican a los padres los cuidados antes de la erupción de los dientes y cada cuánto tiempo deben asistir a consulta.
La odontología preventiva para niños incluye las limpiezas dentales, aplicación de flúor, la enseñanza de hábitos dentales, sellado de fisuras, entre otros. La educación sanitaria en los más pequeños es fundamental para que desarrollen buenos hábitos y los dientes se desarrollen sanos.
Beneficios de la odontología preventiva
La odontología preventiva es esencial en el cuidado bucal, puesto que evita la aparición de enfermedades dentales. Y, en caso de que haya algún problema se puede detener su avance.
Los beneficios principales de la odontología preventiva son:
- Detección temprana de problemas: Gracias a la odontología preventiva se puede identificar y tratar cualquier problema oral en sus etapas iniciales, tales como caries, enfermedades periodontales u otros problemas. Al tomar acciones a tiempo evitamos el dolor, y la necesidad de procedimientos más invasivos. Además, ahorraremos en costos de tratamientos más complejos.
- Prevención de enfermedades bucales: La educación del paciente sobre técnicas de higiene oral adecuadas y alimentación saludable, junto a la aplicación de servicios preventivos por parte del dentista, permite reducir el riesgo de padecer enfermedades dentales comunes.
- Ahorro económico a largo plazo: Uno de los beneficios de la odontología preventiva es su capacidad para ahorrar dinero a largo plazo. Al prevenir problemas bucodentales y tratarlos en sus etapas iniciales se evitan costosos procedimientos dentales más adelante. Por eso es preciso invertir en visitas regulares al dentista para limpiezas y revisiones a tiempo.
- Mejora de la salud general: La salud bucal se relaciona con la salud general del cuerpo. La odontología preventiva no solo previene problemas bucodentales, sino que también puede reducir el riesgo de enfermedades sistémicas. Mantener una boca sana puede mejorar la calidad de vida y bienestar en general.
- Promoción de hábitos de vida saludables: La odontología preventiva se enfoca en educar y promover hábitos de vida saludables que contribuyan a una buena salud bucal. Permite brindarle a los pacientes consejos personalizados sobre cepillado adecuado, uso de hilo dental, dieta equilibrada y otros aspectos importantes para mantener una sonrisa saludable. La mejor forma de mantener tu salud bucodental es saber qué es la odontología preventiva y su importancia. Para pedir cita con la Dra. Elena Ribao, para una revisión del estado de tu boca, solo debe contactarnos.